Sabremos un día porqué nos equivocamos,
porqué nos teníamos que equivocar,
porqué sin ningún sentido,
llegamos descubriendo el final.
Será por pasión
o visceral necesidad
tropezando con la venda en los ojos
venda de colores, no de oscuridad.
Voces que por tu nombre te llaman,
que una vez, creímos dormir con una nana.
Por la noche despiertan, llorando en su mitad
pidiendo que las abraces y no las dejes más.
Naciendo, creciendo distinto
bendición, maldición, de tener instinto.
Sabremos un día, porqué nos equivocamos,
porqué nos teníamos que desviar.