Es en otra latitud,
donde el silencio es especial
corazón del atlántico,
donde todo, se puede olvidar.
Caricia suave de calor,
calor que invita a sonreír
sonriendo y de a poco olvidando,
olvidando tu yo, y tu otro yo.
Sol que no duele,
cielo que no hiere
horizonte que hipnotiza
horizonte que no limita.
El agua refresca mi cuerpo,
la sal dora mi cuerpo,
el yodo sana mi cuerpo
Mi cuerpo, pez en libertad.
Formas de nubes redondas,
abrazando montañas redondas
cada noche puedes ser niño,
esperando tu estrella fugaz.
Un día la ola llega fiera,
otro tranquila da la mano,
otro día solo quiere jugar,
otro se va enseñando su corazón.
Días, minutos, una vida
con la mirada puesta en el agua.
La luz cambiando el azul,
y el iris sumergido en la transparencia
visitando el otro mundo,
saludando a los peces,
acariciando la arena del fondo
y mirando hacia arriba,
el espejo infinito.
donde el silencio es especial
corazón del atlántico,
donde todo, se puede olvidar.
Caricia suave de calor,
calor que invita a sonreír
sonriendo y de a poco olvidando,
olvidando tu yo, y tu otro yo.
Sol que no duele,
cielo que no hiere
horizonte que hipnotiza
horizonte que no limita.
El agua refresca mi cuerpo,
la sal dora mi cuerpo,
el yodo sana mi cuerpo
Mi cuerpo, pez en libertad.
Formas de nubes redondas,
abrazando montañas redondas
cada noche puedes ser niño,
esperando tu estrella fugaz.
Un día la ola llega fiera,
otro tranquila da la mano,
otro día solo quiere jugar,
otro se va enseñando su corazón.
Días, minutos, una vida
con la mirada puesta en el agua.
La luz cambiando el azul,
y el iris sumergido en la transparencia
visitando el otro mundo,
saludando a los peces,
acariciando la arena del fondo
y mirando hacia arriba,
el espejo infinito.