Me gusta ver pasar el tren,
y también jugar con el río.
Saludar con una sonrisa a la arena,
al fin y al cabo somos familia.
No está mal vivir en una pecera,
aunque el buceador sea de pocas palabras.
Es gratificante, reposar en la maceta,
y, ver crecer a la planta.
Una vez, comuniqué a los pueblos
siendo calzada
Otra los separé siendo muralla.
Brillante objeto de admiración en fiestas,
y medio de paseo en largas aceras.
Protegiendo puertos del mar y su tempestad
simbología de culturas, legado al azaar.
En la esbeltez de puente, palacio ó castillo.
También gusto, de dar cobijo humilde,
y sencillo.
¿Pero, qué es la vida?
sin amigos como la hiedra,
sentir que alguien me quiera
aunque, tan sólo, sea una piedra.