Por haber saciado tus ojos echando de menos,
dentro de ellos harás hueco imborrable,
y lo llamarás melancolía.
Por haberte ausentado del mundo y de ti.
Vistiendo tu dentro, con el anestésico negro luto.
La pérdida te recompensará.
Porque vas a saltar del trampolín que construiste,
hacia el maravilloso estado de: “El Vacío”.
Disfrútalo hasta que tengas que construir otro trampolín.
Por ser deseado, y mima ese magnífico estado de reposo.
El será juez de tu dicha y tu desdicha.
De no acertar, ya que, serás premiado con tiempo extra en reflexión.
Y será este, quien responda amablemente a tus preguntas.