Unos van y otros los siguen
porque siguen a los que van.
¿Y entonces unos se preguntan por que?
Y los otros sólo pueden separar el por del qué.
Y así cada mañana se miran a distancia corta
pero nadie sabe.
Que sería lo que les empujó
que ahora no pueden parar de hacerlo,
ya no se acuerdan.
Y esa incomodez, desgasta.