El fango se hiere por el roce de la luz
y ya ronco, cuenta sus secretos mas íntimos.
Ya no es bálsamo turbio, ahora se esparce
como el aliento del bosque,
sabiendo que empezará a temblar.
Y que una vez mas la grandeza,
cualquier grandeza
oye ese silencio que estremece
oye ese silencio que estremece
y que se escucha cuando ya ha llegado
donde cualquier penumbra
es buena como lecho.
El fango quería hablarle a la colina
pero su garganta le rompioó la voz,
y el perfil de la montaña
cerró sus ojos
hasta las siguientes lluvias.
hasta las siguientes lluvias.