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El gran Anciano.



Igual que ahonda la ironía 
en el buen humor.
Ahondan los segundos
en la vida del reloj.
Se ahonda la buena almohada
para el buen soñador.
Y sin querer se ahonda solo
quien es de buen corazón.

Suspenden entonces los ancianos su marcha
y deciden bajar la carga.
Ya en el último surco
en el que ya, todo ahondaba.
















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Design for Designers.

Malherida

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Paredes

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