Ahora los sueños se evaden
pues hay
una invasión de realidades.
Y créeme pues me dijo la almohada
no hay cartero para tantas cartas.
Ahora hay que dejar un tiempo
y observar
que hay de real en la real
y cuanto de cierto es cierto.
Si nos apegamos a la realidad
perderemos la capacidad de soñar.
Esa que tiene el poder
de hacer soñar lo real.