En una maraña de filos
entrego el suspiro llano
entrego el sentido bravo.
Imposible amasar estribos
amarte sino te has conocido.
Siente al equívoco vecino de rellano
tranquilo, que no es para tanto.
Puede que se añore la tierra
cuando paste la calma
lo que en realidad se añora
es lo natural de la persona.
Y que se piense en rehacer
es lógico y hasta salvaje
y que vuelvas a plantearte tu color favorito
tu número de la suerte.
Ponte cualquier perfil
y mírate en los ojos de la tarde
te verás apacible y fiero
real cual oleaje.
Susurrante que te atrevas
palpitante que te quieras.