Apechugando con el Blanco & Negro de la vida.
Habría que saber de cuentos de fábulas y de Don Quijotes.
Para enfrentarnos a las mañanas a las tardes y a las noches.
Aprendí a conprender que la puntería es persevenrancia.
Hay veces que soy un rincón, y aún así el suelo me rehúye.
Pero yo confío, he de confiar y me hablo en voz baja como los cementerios.