Ana me cedío algunas de sus obras para hacerlas hablar.
Le dijo la dignidad al orgullo: Anda a morir tranquilo, yo cuidaré de ellos.
Hay amantes que desechan el tiempo
y otros que ceden paraísos.
Y hay amantes que encuentran la ocasión
y otros que ignoran los motivos.

Los besos se llaman encuentros los libros se llaman caminos
los delirios se llaman filtros y los sustos se llaman giros.

La curva traza la nada llena
la distancia acerca y la ausencia vacía.
Las torres caen la verdad se estampa
el temor vuela y yo, no te olvido.